La astrología además de las diversas disciplinas que abarca, tiene dos funciones principales. La primera es describir y la otra es pronosticar.
La astrología descriptiva traduce los potenciales de una carta y describe su significado a la luz de aforismos recopilados a través del tiempo, dándole sentido de esta forma, a las energías de base de la carta de una persona o país.
El pronóstico, sin embargo, reviste mayor complejidad, pues pone al astrologo en la disyuntiva de pronunciarse sobre el futuro, respecto de la carta de un país o persona, en la que juzgara según su percepción, los elementos que tienen mayor peso en una configuración determinada.
Sin duda esta es un área, la del pronóstico, que requiere ser más explorada, como todo lo que se dedique a testear el futuro, «encuestas incluidas». Lo anterior, debido a que, para interpretar el futuro, debemos ser capaces de interpretar las líneas de tiempo más probables.
Vaya en este día, en que se celebra el día del Astrologo, una reiteración de mi compromiso con la difusión de esta milenaria herramienta, que tiene el atributo de ser liberadora, pues nos permite co-crear nuestras vidas.